¿Qué es enseñar?

“Creo que las palabras son tan amplias como las mentes que las piensan, analizan y tan inmensas como las personas que las consiguen llevar a cabo.”

Con esta frase de Ortega y Gasset vengo a recordarte que enseñar es un espacio para experimentar, curiosear y equivocarse.

Enseñar debe ser el laboratorio en el que todas nuestras mentes salten por los aires y el lugar donde sorprenderse, por sí solos, con  la belleza, la utilidad y la verdad que reside tras lo desconocido.

Ken Robinson menciona que:

“Las habilidades humanas son como los recursos naturales: están bajo tierra y solo hay que descubrirlas.”

Me encanta esta afirmación de Robinson, a la cual añadiría que para descubrirlas hay que nutrirlas de tiempo, espacio, cariño y mucho respeto.

Pero, ¿cómo las descubrimos?

La realidad es que tenemos todo al alcance de la mano y a una velocidad escalofriante, donde las actividades deben ser variadas y divertidas, donde los niños están sobreestimulados y donde muchas veces ya no enseñamos, sino que entretenemos, donde todos creemos tener la verdad absoluta y donde hemos olvidado incluso quiénes somos para parecernos a otros. Cada vez se desdibuja más la figura de los profesores, madres y padres como referentes y el alumnado fija su mirada fuera, en las redes  sociales.

¿Qué falla?  ¿Qué falta?

La enseñanza debe llevar implícito la duda, porque nos convierte en seres creativos y nos impulsa a buscar diversos caminos de forma natural, por los que entender un mismo aspecto.

Cuando los alumnos van al colegio y saben cómo va a actuar el profesor/a a lo largo de toda la clase, ¿qué sucede? Pues que no se produce ninguna motivación ni entusiasmo. Ir a clase no genera expectación. En ese momento, nos volvemos locos y suplimos esa ausencia de la motivación con actividades sobrecargadas, repletas de fuegos artificiales, carentes de una carga pedagógica y donde los objetivos son difusos para el alumnado y para el mismo profesor/a.

Qué es enseñar blog de Cosquillas Musicales por Judith Martín (imagen 2)

Entonces, ¿cómo fomentamos el interés?

LA DUDA

Dudar es la llave mágica que abre el cofre prohibido. Ir a clase cada día sin saber qué ocurrirá en el aula… ¡es lo más! 

Para el alumnado se convierte en una aventura trepidante que genera ganas, curiosidad e ilusión, tres motores cruciales para la que la educación se dé. Y no solo eso, sino que, además, el alumnado ante este escenario va a tener la opción de dudar, de equivocarse, de investigar, de aprender, de enseñarse a sí mismo/a, de aprender en conjunto y ser parte de un colectivo. 

La duda como improvisación. La enseñanza no como obligación, sino como oportunidad y opción.

Ya lo decía Voltaire “Dudar vale más que estar seguro.”

La duda nos hace libre y nos da rienda suelta a indagar esos senderos que, a priori, no parecen cómodos ni seguros, pero que quizás con el paso del tiempo cobren el sentido correspondiente, siendo eje fundamental de nuestra identidad y de los caminos por los que vislumbrar a esa persona que queremos llegar a ser.

Enfrascar la duda es taponar nuestras posibilidades, nuestras virtudes y nuestros límites. Es quitar el oxígeno a la enseñanza y a la posibilidad de divertirnos y perdemos; mientras aprendemos y nos enseñamos a nosotros mismos y al resto.

Si te fijas tampoco te he dicho qué es enseñar, más bien te he soltado aquí una duda. Una duda mía y tal vez tuya.

No tengo ni idea de qué va a eso de enseñar, bueno sí. Enseñar no es abrir un cerebro y meter datos. ¡Eso te lo aseguro!

Aprender debe ser un recuerdo instantáneo que se repite constantemente y enseñar imagino que la causa de esas ansias por aprender, ¿o la consecuencia? ¿El huevo o la gallina? Lo mismo, un binomio perfecto que deja de serlo, cuando una de lo partes deja de coexistir.

Mejor me callo porque cada vez tengo más dudas. Creo que con todo este lío no estoy enseñando nada de lo que ya sabes o quizás te he enseñado algo sin yo darme cuenta. Posiblemente dentro de todo este vaivén dubitativo, tú te has enseñado algo y tal vez, ambos hemos aprendido de la misma duda.

“La duda es el principio de la sabiduría.”

– Aristóteles

Gracias por leerme y ser parte de este equipo tan molón.

Muchas cosquillas musicales.

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